La contraseña es la primera barrera de defensa, ya que impide que alguien no autorizado pueda acceder a un servicio. Una buena forma de medir la seguridad de nuestra contraseña es saber cuánto tiempo se demoraría un ciberdelincuente en tener acceso a esta. Si la longitud de la contraseña es extensa su grado de seguridad será mayor.
Para conseguir una contraseña robusta, que aumente la complejidad del descifrado, te brindamos los siguientes consejos:
No es recomendable escribirlas o enviarlas por correo o por servicios de mensajería. Se recomienda el uso de un gestor de contraseñas (ej. KeePass) para almacenar las contraseñas de forma segura.
Es importante crear una contraseña única para cada cuenta, ya que si alguien robase una de ellas las restantes cuentas seguirán estando seguras.
Se debe utilizar contraseñas al menos de 8 caracteres, alfanuméricos, al menos un carácter especial, combinando mayúsculas y minúsculas.
Cambia la contraseña cuando sospeches que has podido sufrir un incidente. Forzar el cambio de contraseñas al menos una vez cada seis meses.
En FEP tu información siempre está segura, ya que somos una Organización Certificada en Gestión de Seguridad de la Información ISO/IEC 27001 avalada por la NYCE, que es un reconocido marco internacional de las mejores prácticas para un sistema de gestión de seguridad de la información. Ponemos en su lugar los controles apropiados para identificar y reducir los riesgos de ataques informáticos y diversos tipos de amenazas.